Como dueños de perros, queremos lo mejor para nuestros compañeros peludos. Sin embargo, a veces, problemas invisibles pueden causarles un gran malestar. Uno de esos problemas son los ácaros, diminutos arácnidos que pueden convertir la vida de tu perro en una pesadilla de picazón y rascado. Pero no te preocupes, entenderlos es el primer paso para combatirlos.
Los ácaros son parásitos microscópicos que viven en la piel o en los folículos pilosos de los perros. Aunque existen muchos tipos, los más comunes que afectan a nuestros amigos caninos son:
La forma de contagio varía según el tipo de ácaro:
Siempre que sospeches de ácaros, la visita al veterinario es crucial. Los tratamientos caseros pueden no ser efectivos y, lo que es más importante, un diagnóstico preciso es fundamental. Las señales que indican que es hora de una cita son:
El veterinario realizará un examen físico y, muy probablemente, tomará muestras de piel (raspados cutáneos) o de oído para examinarlas bajo el microscopio y determinar el tipo exacto de ácaro. Esto es vital para un tratamiento efectivo.
El tratamiento para los ácaros siempre debe ser supervisado por un veterinario y varía según el tipo de ácaro y la gravedad de la infestación. Puede incluir:
Es crucial seguir las indicaciones del veterinario al pie de la letra y completar todo el curso del tratamiento, incluso si los síntomas mejoran. Interrumpir el tratamiento puede llevar a una recaída.
En general, no se recomienda intentar curar los ácaros en casa sin un diagnóstico veterinario. Los "remedios caseros" o "naturales" que circulan por internet rara vez son efectivos para erradicar una infestación de ácaros en perros y, en muchos casos, pueden empeorar la situación al retrasar el tratamiento adecuado, causar irritación adicional o enmascarar los síntomas.
La sarna sarcóptica, por ejemplo, es extremadamente contagiosa y requiere medicación específica. La sarna demodécica a menudo indica un problema subyacente del sistema inmunitario que necesita ser abordado. Los ácaros del oído necesitan una limpieza profunda y medicación para llegar a donde se esconden.
La única "cura en casa" segura es la prevención y la observación. Si notas algo, la casa del veterinario es el primer y único lugar al que debes ir.
La prevención es clave para mantener a tu perro libre de ácaros:
Los ácaros en perros son una molestia real, pero con la atención veterinaria adecuada y medidas preventivas consistentes, puedes asegurar que tu mascota se mantenga feliz, sano y, lo más importante, ¡libre de picazón!